me decía mi abuela en referencia a mi enorme apetito cuando era niño. Esta misma frase podría ser aplicable al Puerto de Mugardos si atendemos a las más de 20 toneladas de basuras que los buceadores voluntarios han retirado de este enclave de la Ría de Ferrol durante años de sucesivas campañas. El Ayuntamiento de Mugardos y la Sociedade Galega de Historia Natural llevan 7 años colaborando con la campaña internacional Clean up the World, auspiciada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con el objetivo de concienciar a la ciudadanía de la necesidad de cuidar nuestro entorno.
Cuando fui invitado a participar de esta iniciativa, que tuvo lugar el pasado 17 de septiembre de 2006, confieso que pensé que los buceadores tendrían poco trabajo, puesto que en la edición del pasado año (a la que también asistí), se retiraron muchas basuras y los fondos quedaron aparentemente libres. Me equivocaba: A campaña A limpar o mundo retira tonelada e media de lixo do porto, informa el titular de la noticia publicada en la web del Ayuntamiento de Mugardos al día siguiente de la limpieza. Resulta evidente que esta tonelada y media de nasas, pneumáticos, redes, ferros, botellas, plásticos, latas e restos de detergente descritos en la misma información han sido arrojados durante este último año por los vecinos y visitantes de la Villa de Mugardos.
Sería un error pensar que este problema es exclusivo de Mugardos, esto mismo sucede a lo largo de toda la costa gallega, particularmente en nuestras rías y puertos, donde, además de residuos sólidos vertemos efluentes urbanos e industriales sin depurar en enormes cantidades. Posteriormente pescamos y mariscamos, comercializamos y por último consumimos los seres vivos que habitan estas aguas que tan concienzudamente nos hemos ocupado de contaminar.
La Unión Europea ha prohibido recientemente, con el consiguiente y lógico enfado de los mariscadores, la venta para consumo en fresco de los mariscos procedentes de zonas C (contaminadas por bacterias fecales). Los análisis efectuados por la Xunta de Galicia han establecido un número inicial de 18 de estas zonas contaminadas. Que se prohíba el consumo de pez espada o atún por excesivos niveles de metales pesados puede ser una cuestión de tiempo. Los mariscadores y pescadores son las primeras víctimas de una situación en la que todos estamos implicados. Todos somos responsables directos de las emisiones contaminantes al mar (desde el momento que tiramos de la cadena del inodoro), pero además no hemos exigido a nuestros gobernantes la construcción de depuradoras para que los vertidos no nos afecten ni a nosotros ni a las futuras generaciones.
Esperemos que iniciativas como la que reúne anualmente a buceadores voluntarios para pasar una jornada dominical limpiando lo que otros ensucian y exponiéndolo para que todos podamos verlo contribuyan a una mejora de la actual situación de nuestros mares. Desde este espacio quisiera hacer llegar mi más sincera felicitación a lo organizadores por el éxito de su iniciativa y reiterar mi apoyo para futuras ediciones.