Campeonato Foto Sub de Ferrol

El pasado 9 de agosto tuvo lugar el Campeonato Foto Sub de Ferrol, valedero para la clasificación del Circuito Gallego de Foto Sub y puntuable para asistir al Campeonato de España.

Lo mejor: la comida posterior al campeonato. Enhorabuena al Club del Mar de Ferrol por la opí­para cuchipanda. Espero que se repita y que otros tomen nota.

El lugar de la prueba:

Aguas frí­as y bastante turbias, sobre todo en la parte que escogimos para bucear Diana (mi co-fotógrafa) y yo.

Y esta es nuestra selección de fotografías:

Ambiente
Ambiente sin modelo. No pareció gustar al jurado, ¡serán obtusos…!

Ambiente con modelo
Ambiente con modelo. Lo de la izquierda es un pulpo. Reconozco que no es nuestra mejor foto de ambiente con modelo.

Pez
Pez. Una cabrilla, Serranus cabrilla

Parte pez
Detalle de pez. En este caso un ejemplar del no tan frecuente Parablennius ruber

Macro
Nuestro macro. Un ejemplar no identificado de pequeño decápodo sobre un talo de una laminaria. El jurado pareció valorar las algas (exclusivamente).

Macro selectivo
Y el macro selectivo. En esta ocasión nos exigieron un alcionario. Tuve la suerte de encontrar al límite del tiempo este pequeño Alcyonium glomeratum, perteneciente a la menos frecuente de las dos especies de nuestras aguas. Fuimos pocos los que dimos con estos animalitos. No parece que nos haya servido de mucho para escalar posiciones en la clasificación de este campeonato (aún desconozco las puntuaciones exactas).

En fin si no criticamos a los jueces ni a los árbitros, que nos queda en esta cruda realidad, retorcida por la actual coyuntura económica mundial?

Terceros en Portonovo

Este ha sido nuestro puesto en la clasificación del campeonato foto-sub celebrado el pasado día 14 de junio en aguas de Portonovo.

Y esta es nuestra colección:

Ambiente

En la categoría de Ambiente presentamos este alcionario. Tuve que hacer el pino para lograr el encuadre.

Ambiente con modelo

Ambiente con modelo. Un enorme(mente) enfadado Symphodus melops defendiendo su nido.

Parte de pez

Nuestra foto de Pez en detalle fue este curioso Parablennius gattorugine.

Pez

Repetir el mismo ejemplar para la categoría de Pez, me temo que nos restó algún puntillo…

Macro

Para el Macro presentamos un detalle de otro ejemplar de alcionario.

Macro selectivo

Y por último, para el Macro selectivo, uno de los numerosos nudibranquios que pululaban por el fondo. Verdaderamente fue sencillo dar con uno de ellos.

Foto Sub en O Grove

Que se celebró el pasado 12 de julio en aguas de O Grove.

Y estas son las fotos que seleccionamos para cada categoría:

Ambiente con modelo

Ambiente con modelo. Las aguas estaban bastante turbias, así que no era fácil lograr alejar a la modelo.

Ambiente

Ambiente. Bajo las bateas el agua siempre está más clara.

Pez

Pez. Sí, se acepta sepia como animal de compañía.

Parte pez

Detalle de pez. Un bonito Centrolabrus exoletus.

Macro

Macro. Es una oreja de mar, Haliotis tuberculata.

Macro selectivo

Y el macro selectivo. Tras una larga búsqueda, apareció el animalito.

El reptante fondo porturario.

Sentir el sol en la cara después de varios días de duro trabajo de campo con mal tiempo es una maravilla. Luce un temprano y espléndido sol que hace que el puerto de Lira brille con luz propia. Estamos realizando censos visuales mediante buceo para evaluar el efecto de la reserva sobre los animales y plantas de la zona. Nos quedan aún unos días de trabajo en el mar, así que aprovecho para relajarme unos minutos antes del embarque.

Hoy es domingo, así que en la rampa del puerto no se escucha el bullicio que genera la actividad de los pescadores. Es temprano y las claras aguas permiten ver el fondo. Los mújoles se acercan con las aletas extendidas a las piedras para que los pequeños sargos los desparasiten. Un cardumen de pequeños alevines estalla sincrónicamente ante el ataque de varios lanzones. La agitación se transmite a la tranquila superficie de tal manera que el efecto es idéntico al de un súbito chaparrón. Algunos plásticos arrojados por los pescadores flotan en la superficie entre otros desperdicios y manchas de carburantes. Parte de la basura se acumula en el fondo, entre restos de inservibles aparejos de pesca. Pero algo más se agita en el fondo portuario.

Un grupo de aproximadamente 600 ejemplares de centolla (Maja brachydactyla) se agolpan en el puerto de Lira, A Coruña (Spain).

Los puertos están situados en zonas de abrigo natural. Los animales aprovechan la protección de estos espacios para buscar refugio, reproducirse y alimentarse. Si contaminamos estas tranquilas y cálidas aguas estamos desaprovechando unos espacios que actúan, de hecho, como santuarios para la fauna. En los puertos no se puede pescar, así que los animales están protegidos de la rapacidad humana.

Marco, uno de los mariscadores de Lira, me cuenta que antiguamente en los muelles había unos varales con ganchos que usaban los pescadores para capturar las centollas que se ponían a tiro en las rampas. Hoy eso no sucede y los pescadores observan a los animales arrastrarse en masa por el fondo con una mirada extraña en el rostro. También me cuentan historias acerca de enmalles fantásticos de cientos de centollas. Tan pesados que rompían las redes.

Protejamos los puertos. Exijamos que se mantengan limpios y libres de contaminación. Seguro que el mar nos lo agradecerá.

Otro habitante de los fondos portuarios. El apreciado bogavante (Homarus gammarus). Puerto de Lira (3 m de profundidad).

Los penne all´ametriciana estaban francamente buenos y lo mismo opina un grupo de veloces obladas que se disputan los restos que Corrado, armador del Anthias anthias, arroja por la borda. El descanso está resultando de lo más placentero, pero un traicionero licor de mirto me hace dudar de mi capacidad para afrontar una segunda inmersión. Me recreo durante unos instantes en el contraste entre el anaranjado del granito y el turquesa más increí­ble de la Cala Coticcio y me sumerjo para perderme en el aguamarina intenso de los ojos de un rape.

Rape

Un rape (Lophius piscatorius) al acecho sobre el fondo.

Ojo de rape

El ojo en detalle. Una joya en un rostro poco agraciado.

Cala cotticcio

El fondeadero de Cala Coticcio desde la proa del Anthias anthias.

Ni rastro de enanos ni de bailarinas, pero el Norte de Cerdeña está resultando una fiesta para los sentidos. Una escapada de una semana me concede el tiempo suficiente para admirar el antiquí­simo granito sardo, que erosionado en mil formas curiosas conforma un paisaje muy abrupto que se continúa bajo el azul del Mediterráneo. Los fondos del Parque Nacional del Archipiélago de La Maddalena están compuestos por enormes y redondeadas rocas, asentadas sobre arenales colonizados por praderas de plantas marinas. A pesar de vivir bajo el mar, la Posidonia oceanica, al igual que nuestra Zostera marina, no es un alga, sino una planta superior con sus flores incluidas. Estos vegetales dan vida a un ecosistema tan enormemente rico y de una localización tan restringida que ha debido ser protegido por la legislación comunitaria. Adicionalmente, estas praderas actúan como barreras naturales frente al oleaje, protegiendo tanto las infraestructuras litorales humanas como nuestras queridísimas playas. A pesar de todo ello, las agresiones sobre estos hábitats son muy frecuentes: obras de infraestructura portuaria, extracciones de áridos y el empleo de artes de arrastre son las más habituales. El mayor problema reside en el lento crecimiento de las comunidades de posidonia (2-6 cm/año), por lo que tardan siglos en recuperarse después de una agresión.

Posidonia

El azul del mediterráneo a través de las hojas de posidonia.

Paisaje posidonia

Una pequeña pradera de posidonia entre grandes rocas.

Un tapiz viviente de castañuelas se acerca a darme la bienvenida. Se aproximan curiosas para huir en ordenado estallido ante la irrupción de mis burbujas, y repetir el ciclo de manera aparentemente interminable: agradecidos ejemplos vivientes para aquellos que sostienen la inmerecida falacia de la memoria del pez. Semiocultas en la penumbra de cualquier pequeña oquedad relucen los miopes ojos de las morenas. Abundan tanto que resulta imprudente descansarse con descuido sobre las rocas. Sorpresivamente abundantes resultan también los Discodoris atromaculata. Feo nombre para estos llamativos nudibranquios, que con su disfraz de vaquita suiza forman auténticos rebaños sobre las algas cespitosas de los relieves graní­ticos, remedo en miniatura de elevados paisajes alpinos.

Damiselas

Un grupo de castañuelas (Chromis chromis) en el azul.

 vaquita

Una vaquita suiza (Discodoris atromaculata) sobre las rocas.

A 25 m de profundidad, el abrupto anaranjado de Punta Coticcio no es visible bajo los amarillos parches de los falsos corales. A juego con ellos, un enorme cabracho acecha confiado en la toxicidad de su veneno. Algo más allá, una langosta me hace señas con las antenas para que me acerque. Obedezco solí­cito sólo para comprobar que en realidad querí­a que me alejase. El mirto ha hecho estragos. Sobre mi cabeza, bancos de mojarras y obladas me escoltan en ordenada formación, mientras que el amarillo de las colas de las corvinas mantiene la distancia. Sobre el fondo y entre las matas de posidonia circula un sinnúmero de pececillos coloreados: rojos cardenales entre las sombras, azules juveniles de castañuelas‚ curiosos serranos de luminosa barriga. Pero este es el dominio de los lábridos: multicolores thalasomas en su traje de payaso, doncellas de listada librea, centrolabros limpiadores, bodiones de morros generosos y el merlo, señor de estos parajes.

Coral

Un grupo de hexacoralarios (Parazoanthus axinellae) tapizando las rocas de Punta Coticcio.

Cabracho

Un enorme y colorista ejemplar de cabracho (Scorpaena scrofa).

Serrano

Un inquisitivo serrano (Serranus scriba) posa ante mi cámara.

Merlon

El bostezo del merlo (Labrus merula).

 viejo

Un joven bodión (Symphodus tinca) entre las frondes de posidonia.

Más abajo todaví­a, refugiados en las sombrí­as profundidades a las que les ha empujado la iniquidad humana, sobreviven los últimos grandes meros. En otra ocasión, con menos mirto en mi cabeza y más aire en mi botella volveré para tratar de convencer a un animal tan grande y viejo como un seiscientos de que pose para mí.

 Erizo

Un erizo bajo los imponentes relieves sardos.

Estrella

Oteando el horizonte (Echinaster sepositus).

Peperoncino

Durante la parada de seguridad es frecuente coincidir con algún «peperoncino» (Tripterygion tripteronotus).

Ermitano

Este ermitaño deambulaba entre los restos herrumbrosos de un pecio a 25 m.

Galatea

Una galatea en su refugio rocoso.

Flavelina

Menos abundantes que las vaquitas, en la zona pueden encontrarse otros nudibranquios.

Esponja

Las omnipresentes castañuelas dan vida al (sub)paisaje.

Consejos para viajeros

Volamos a Alghero con Ryanair. Si quieren viajar con parte de su equipo de buceo prepárense para sudar tinta a la hora de facturar. Si no desean pagar la barbaridad de 15 € por kilo de sobrepeso, no excedan los exiguos 15 kg por maleta que autoriza la compañí­a (previo pago de la tasa correspondiente). Para que se hagan una idea: un escarpí­n con suela pesa 500 g. También resultan escasas las dimensiones máximas del único bulto de equipaje de mano permitido.

Un excepcionalmente mal encarado empleado de la compañí­a en el mostrador de facturación del aeropuerto de Alguero me hizo pasar un mal rato pretendiendo el pago de una sobretasa por la facturación mi material de buceo. Y todo porque le pedí amablemente que me tirase en su papelera un papel que me sobraba. Tras consulta con sus superiores desistió. Si a ustedes les sobran papelitos, por favor pí­danle que se los tire. De mi parte. Una última cosa, los asientos no están numerados, con el consiguiente tumulto a la hora del embarque.

Anthias

La popa del Anthias anthias, un moderno y bien equipado 12 m.

Contacto y reservas

Contraté mis inmersiones con Anthias Diving, con sedes en Cannigione, Olbia y Palau, que además de organizar excursiones de buceo chartea el Anthias anthias para hacer kayak y treking. La empresa cuenta con los servicios de Gianmario Pitzianti, biólogo marino con experiencia que ejerce como guí­a de grupo y cicerone de lujo. El trato a bordo fue exquisito, con la salvedad del envenenado ofrecimiento del licor de mirto- Un liquore digestivo– asegura Corrado tocándose la tripa con cara inocente. ¡Que el Diablo se lo lleve!.

Davide Petta es el encargado del buceo.
Tel. +39 078986311/+39 3402227447
anthias@anthiasdiving.com

arbol y mar

Los sabinares (Juniperus sabina) son una comunidad vegetal muy extendida por las costas de Cerdeña.

Clima

Tí­picamente mediterráneo, inviernos suaves y veranos calurosos y secos. Los vientos interiores permiten soportar las elevadas temperaturas veraniegas, que alcanzan normalmente los 35-40 º C. En las costas no suelen alcanzarse temperaturas tan elevadas debido a las brisas marinas, pero a cambio la humedad es mayor. Estas mismas brisas se convierten en los incómodos Maestrale y Scirocco.

Lagartija sarda

Una lagartija monta guardia ante una cala color turquesa.

Temperatura del agua

En invierno ronda los 13 º C, por lo que un traje de 5 mm resultará escaso, mientras que en verano alcanza los 30 º C.

Bandera sarda

La bandera sarda rumbo a puerto después de un día de inmersiones.

1. Fusion