El nacimiento de un signo

30 metros de profundidad y la visibilidad apenas es de 2 metros. El agua está tan nublada y fría como el día en Cedeira (A Coruña). El fondo es arenoso, pero grandes masas de rocas se insinúan en la penumbra. Me centro en los controles de mi cámara de vídeo mientras Sara, mi compañera de inmersión, se prepara para tomar una muestra del fondo.

Un súbito golpe sobre mi cabeza me aturde durante un instante. Desorientado y un poco asustado, noto un potente zumbido que me hace temer que una embarcación esté pasando sobre mi cabeza. Rozándome. ¡Pero no es posible a 30 metros!.

Me agacho instintivamente y miro hacia arriba para descubrir espantado que un enorme pez torpedo nada sobre mi cabeza y se pierde entre las sombras. Todo ha sido tan rápido que no he tenido tiempo de filmar al animal.

Miro a Sara y me asusto aun más. Parece sufrir un ataque epiléptico. Pero no, trata de decirme algo. Los signos no son claros. No entiendo -gesticulo-. Cálmate, más despacio -le señalo-.

¡El torpedo me ha golpeado en los labios, me ha soltado una descarga y después se ha ido a por tí !-logro entender al fin. Pero a mi no me ha freído la cabeza, como sería de esperar. Imagino que porque estaba ya medio descargado después de dormirle la boca a Sara y mi capucha de neopreno me ha protegido (o porque la tengo hueca, como dice mi madre). Sólo el susto y ese extraño zumbido crepitante dentro de mi cabeza.

Pero, ¡por qué no me has avisado!.

Pues ¡porque no me dio tiempo!. Y además, no hay signos de buceo para: ¡cuidado, que hay un pez torpedo, que ataca la boca y la cabeza!.

Los ojos y espiráculos de un pez torpedo o tembladera (Torpedo marmorata). Estos simpáticos animalitos pueden descargar hasta 220 voltios y 1 amperio.

Pero no era la primera vez que evaluaba la potencia eléctrica de estos peces. Todo aquello me hizo recordar las entrañables descargas de un gigantesco pez torpedo que teníamos que alimentar a mano y buceando en el Aquarium Finisterrae. Llegaban hasta el hombro pese al neopreno. Aunque aquel animal comía pescado troceado, no podía evitar descargar su electricidad antes de comer. Y todo porque a los simpáticos jefes de los que entonces disfrutaba se empeñaban en mantenerlo en exhibición; pese a que estos peces se entierran en la arena y son imposibles de ver por los visitantes.

Detalle de la cola del animal. En realidad recuerda mucho a una sartén (eléctrica).

Pues bien, propongo un nuevo signo con el significado de Pez Torpedo. Puede usarse conjuntamente con el de peligro (puño cerrado dirigido hacia el peligro), con el de problemas en (mano horizontal y oscilando de lado a lado) e indicando por último el objetivo del ataque del condenado bicho.

Signo de buceo propuesto para pez torpedo. La oscilación debe de ser rápida.

Mar del Norte

Las fronteras naturales, como las humanas, son lugares complejos. Su naturaleza no perdona errores, pero en ocasiones ofrecen buenas oportunidades a los habitantes con la fortuna de aprovecharlas. Los ecólogos denominan ecotonos a las fronteras que unen ecosistemas. En ellos la diversidad de animales y plantas suele ser muy elevada, ya que se nutren de los representantes de ambos lados de la frontera y además, de sus propios especialistas (los contrabandistas, podría decirse).

Otras fronteras, por el contrario, son tan abruptas que en realidad separan a sus habitantes. Alfred Russell Wallace (1823-1913), el coautor de la teoría de la evolución con Darwin, pasó varios años viajando por el archipiélago malayo recolectando especimenes para su venta. Como resultado de sus investigaciones y viajes, se dio cuenta de que las faunas de Oceanía eran diferentes de las de Asia. La línea imaginaria que las separa se denomina desde entonces Línea de Wallace.

(CC. Dibujo de P. A. Salguero. Modificación en castellano de Image:Wallace's line.jpg)

La Línea de Wallace, que separa las faunas de Oceanía y Asia.

Pero una de las primeras cosas que uno aprende al fotografiar en la naturaleza es que, al contrario que entre las construcciones humanas (Gaudí fué bastante animal en este sentido), las líneas rectas son prácticamente desconocidas; y bajo el agua, la ausencia de rectas constituye toda una ley. Pero toda ley tiene sus excepciones y este es el relato de una de ellas.

La frontera es difusa y tortuosa, pero culebrea incansable y aparentemente sin fin a 10 metros de profundidad bajo la agitada superficie.

En ella se separan (¿o se reúnen?) dos antiguos reinos que dan vida al paisaje submarino del Mar del Norte Escocés. Arriba se agita lo que debería permanecer inmóvil: el oleaje mece grandes algas pardas. Debajo, incongruentemente inmóvil, un tapiz animal colorea las rocas: manos de muerto. Miles de ellas.

Manos de muerto rosadas, manos de muerto fuertemente anaranjadas…

… manos de muerto pequeñas, manos de muerto enormes…

Manos de muerto por todas partes.

Los corales abajo, las algas arriba.

Las rocas llegan a desaparecer bajo las colonias de estos corales.

Resulta un nombre un tanto tétrico para unos animales tan vistosos. Las manos de muerto son colonias de corales blandos que habitan las aguas templadas y frías de varios océanos. Pero aquí, en las frías y turbias aguas del Mar del Norte, alcanzan su máxima expresión.

Cuando esa mañana salí de Edimburgo y conduje hacia el amanecer tenía la vaga esperanza de realizar una inmersión en algún punto del litoral del Mar del Norte. Así que, un poco a la aventura, visité un par de pueblos costeros, de esos con pequeños puertos acorazados ante la furia de los mares de esas latitudes.

Un barco saliendo del puerto para faenar.

Si el paisaje y el Mar de Escocia son agrestes, todo lo contrario sucede con sus gentes. Los escoceses son muy amables. Pero hablan muy raro. Así que a pesar de sus buenas intenciones me perdí varias veces antes de llegar a donde me indicaban, ya desesperado. Mereció la pena.

St Abbs es un pequeño y precioso pueblecito incrustado en el impresionante litoral del Mar del Norte.

Hace ya unos años se creó aquí una reserva marina con una particularidad que en mi opinión la haría inviable en nuestro país: es voluntaria. Sólo están prohibidas las artes de pesca de arrastre. Los pescadores de la emplean artes tradicionales como las nasas para capturar los abundantes mariscos de esta reserva de St Abbs y Eyemouth. Los gestores de la reserva han dado a conocer un código de conducta y proponen medidas de gestión a los pescadores y visitantes.


Ver St Abbs & Eyemouth en un mapa más grande

La Reserva Marina de St Abbs y Eyemouth. 

Un arrastrero irlandés del Mar del Norte.

La reserva fue creada en 1984 y parece que renta buenos servicios a nivel ecológico, pesquero y turístico. En estas aguas lo único que abunda más que las manos de muerto son los mariscos. Una multitud de nécoras, bogavantes y bueyes de Francia se arrastran por el fondo, compitiendo por las pocas grietas que quedan libres. Los bogavantes son los únicos que se consumen en el mercado local, las nécoras se exportan a España y los bueyes se desechan. Por otro lado, las aguas de la reserva son uno de los 3 mejores sitios de buceo de Gran Bretaña y son visitados por miles de turistas cada año. Y también es un lugar importante para la nidificación de aves marinas, especialmente frailecillos y gaviotas tridáctilas.

Una nécora (Necora puber) entre las omnipresentes manos de muerto.

Uno de los abundantes bogavantes (Homarus gammarus) de la reserva de St Abbs y Eyemouth.

Los bueyes de Francia (Cancer pagurus) se cuentan por miles.

Buey escocés (Bos taurus) para establecer comparaciones.

Una pequeña embarcación, calando nasas en la Reserva de St Abbs y Eyemouth.

Estas estrellas de mar son muy grandes.

Las ofiuras, más pequeñas, a cambio son más coloridas.

Durante una de las inmersiones tuve la buena fortuna de poder contemplar a un ejemplar de una de las especies de peces más amenazada del mundo: el bacalao del Mar del Norte. Estos animales han sido objeto de una persecución tan intensa que según algunos autores está virtualmente extinto y nunca podrá recuperar sus abundancias pasadas. No tuve la misma suerte con el pez lobo, que a pesar de habitar estas aguas, se mostró esquivo. Las maragotas por el contrario, son muy abundantes, enormes y muy confiadas.

Un bacalao (Gadus morhua) bajo una roca. Es un pez muy bonito, de un vistoso moteado sobre un fondo anaranjado.

¿Una larva de bacalao?.

Una confiada y vistosa maragota (Labrus bergylta).

Una pequeña maruca (Molva molva) entre las rocas. Estos peces llegan a alcanzar los 2 m de longitud.

La costa de St Abbs, con la colonia de aves marinas al fondo.

El motivo de mi viaje a Escocia, por otra parte era asistir al Simposio Europeo de Biología Marina para presentar nuestros primeros resultados acerca de la evolución temprana de otra reserva, la de Os Miñarzos en Lira (A Coruña).

El póster que presentamos en el Simposio Europeo de Biología Marina.

Pero indudablemente Escocia en verano es demasiado atractiva como para pasarse una semana en un congreso…

Así que hubo que darse una vueltecita por las Highlands…

Disfrutar de la gastronomía local.

O no tanto…

… conocer paisajes pintorescos…

… y trabar relación amistosa con algunos de los habitantes locales.

Consejos para viajeros

Para no correr el riesgo de volverse sin haber mojado el traje, lo aconsejable es organizarse un poco si uno tiene intención de bucear (sobre todo si se ha viajado con el equipo a pesar de la frontal oposición de tu pareja) . Yo tuve la increíble suerte de encontrarme en St Abbs con Amanda Thom, del Soutscroft Dive Center. Ella suele chartear los fines de semana uno de los barcos de buceo de la localidad para sus amigos. Amanda fue tan amable que me invitó a acompañarlos a cambio de compartir el gasto del barco. También me guió en las inmersiones e intentó (sin éxito) localizar para mi un pez lobo.

Buceamos desde el Tiger Lilly, un 12 m propiedad de Paul y Rachel Crowe.

Paul fue la primera persona que me encontré al llegar a St Abbs. Me miró ciertamente confundido cuando le pregunté si por allí alguien buceaba. Si bien el estaba liado con una botella de buceo y un compresor de carga, yo en aquel momento aún desconocía que el regentaba un hotel para buceadores y que aquella era una reserva marina visitada por miles de buceadores.

La flotilla de barcos de buceo en el puerto. En todos ellos hay un ascensor que facilita enormemente el retorno a la embarcación desde el agua.

La temporada de buceo es más larga de lo que cabría esperarse para estas latitudes y puede bucearse casi todo el año. El agua es fría, no llegaba a 14º en el mes de agosto, así que el traje seco es muy recomendable.

El amistoso grupo de buceadores que me admitieron en su barco.

Antes de la segunda inmersión los barcos vuelven a tierra para que los ateridos buceadores puedan reconfortarse con un café bien caliente en el pequeño restaurante del puerto. Un menú alternativo que recomiendo es cullen skink, una sopa a base de pescado, cebolla y patatas con un delicioso aroma ahumado, regada con una buena pinta de Tennents, la cerveza local con más éxito. Caso omiso a los comentarios del resto de buceadores.

El lugar de mi segunda inmersión. Desgraciadamente una fuerte corriente nos impidió localizar a los peces lobo.

Contacto y reservas

El Rock House es un encantador bed & breakfast especializado en turismo subacuático.

Está en el puertito de St Abbs y es un lugar inmejorable para conocer los fondos marinos del Mar del Norte de Escocia.

Tlf. 07710961050 /paul@divestabbs.com

Un grupo de cisnes en el puerto de St Abbs.

El Scoutscroft, regentado por Amanda Thom, es un centro de vacaciones que organiza viajes y excursiones por Escocia e incluye tienda de buceo.

Tlf. 01890771669 / divescoutscroft@yahoo.co.uk 

St Abbs y su puerto, en el entorno de su Reserva Marina.

O silencio das nosas rías

Este es el título de una exposición de imágenes sobre los paisajes y la fauna del mar de Galicia. Se exponen instantáneas de 21 artistas gallegos (yo he aportado 2 fotografías).

En primer término, una fotografía que tomé bajo una batea cerca del lugar de la exposición (O Grove).

Fechas: se inauguró en agosto y será clausurada el 30 de diciembre de 2010.

Paco Ventoso, el organizador de la muestra, con Diana, mi compañera dentro y fuera del agua.

Dónde: Museo del CIRA (Punto de información turístico) de Vilagarcía de Arousa. En el paseo marítimo. Adicionalmente se puede visitar una exposición sobre el entorno natural de la ría de Arousa.

El bonito edificio del museo del CIRA, en plena playa de Vilagarcía.

Horario de la exposición: lunes a viernes de 10:00-14:00 h y 16:30-19:30 h. Sábados de 10:00-14:00 h.

Fotografías submarinas en una de las salas del museo del CIRA.

XVI Simposio ibérico de estudios en biología marina y Serra Gelada

Entre el 6 y el 10 del pasado mes de septiembre asistí a la XVI edición del SIEBM para presentar una comunicación oral sobre los resultados de nuestra experiencia de telemetría con congrios, lubinas y maragotas.

Después de una larga semana de charlas, conferencias y pósteres, la organización posibilitó una inmersión en el nuevo Parque natural de Serra Gelada (más información aquí). La inmersión era profunda (rozando los -40 m) y la idea era reunir a un grupo heterogéneo de especialistas en flora y fauna para realizar un inventario semicuantitativo de los organismos presentes en la zona.


Ver Isla de Benidorm en un mapa más grande

El P. N. de S. Gelada es un parque marítimo-terrestre, pero no dispone aún de figuras efectivas de protección marina. Los resultados del inventario realizado servirán para ser incluidas en el Banco de Datos de Biodiversidad de la Comunidad Valenciana y podrán ser usados para implementar dichas medidas.

La zona de la inmersión se conoce como La Llosa. Una pequeña plataforma rocosa situada a unos -10 m con una fuerte caída en sus laterales. Una segunda llosa en la mitad del recorrido nos conduce hasta los -40. Allí abajo se asienta un bonito grupo de bonitas gorgonias Paramunicea clavata. Estas gorgonias presentan aquí un fuerte color amarillo (normalmente son rojas).

La Llosa está cerca de la Isla de Benidorm y desde allí pudimos contemplar los cantiles de la Serra Gelada y de los edificios de Benidorm (las consideraciones acerca de su modelo constructivo las dejaré para otra ocasión).

Yo me dediqué a censar peces y tomar fotografías…

Una bonita colonia de Paramunicea clavata, a -40 m, después de la Segunda Llosa.

Un grupo de gorgonias, Paramunicea clavata sobrevolado por un banco de castañuelas, Chromis chromis.

Las hembras de Parablennius pilicornis hacen aquí juego con las gorgonias.

Tres colas Anthias anthias entre las grietas del fondo a unos -20 m.

Anthias anthias, Chromis chromis y Serranus cabrilla, a unos 20 m de profundidad, entre ambas llosas.

Abundan a todas las profundides las cabrillas Serranus cabrilla. Curiosamente no observé ningún S. scriba, normalmente más frecuentes en el Mediterráneo.

Este sargo, Diplodus sargus nos escoltó curioso entre las abundantes castañuelas, Chromis chromis durante los primeros metros de la inmersión.

Los sargos se presentaron sobre todo en los primeros -20 m.

Un grupo de sargos picoteando entre las rocas de La Llosa.

¡Ah!, dejo aquí el resumen de mi presentación y el Power point que empleé en mi charla:

Campeonato Fotosub en Bueu

Vuelven los campeonatos FotoSub. En esta ocasión en Bueu, donde además de una bonita inmersión pudimos disfrutar de una opípara comida. ¡Así da gusto ir a un campeonato!.


Ver Campeonato en Bueu en un mapa más grande

El agua estaba fría y tan verde como el título de este blog, pero en pocas ocasiones he visto tal cantidad de bicherío por unidad de superficie. Me sorprendió la gran cantidad de pulpos (pequeños, eso sí) teniendo tan cerca el final de su campaña de pesca. David Villegas, colega bloguero y de profesión, me comenta que fotografió una simpática pintarroja, así que la zona de inmersión estuvo bien escogida por la organización.

Mi elección para ambiente. En primer término unos alcionarios. Se vislumbra la sombra del farete al fondo.

Ambiente con modelo. La verdad es que a Diana la hice trabajar de lo lindo. Está más tiesa que un palo. No se como no le dan calambres…

Un banquito de bogas para mi foto de pez. Lo dificil era eliminar las partículas y la picnoclina de superficie. Hice lo que pude.

Parte de pez. Un bonito gobio para inaugurar mi nuevo macro 100 mm.

Como macro selectivo nos pidieron el ojo de un animal. Tenía una centolla, pero la textura de esta foto me decidió a presentarla.

Y el macro. Elegí esta aproximación a los pólipos de un Alcyonium glomeratum.