¡Qué bello es vivir! Abalones australianos y navajas gallegas

No puedo evitarlo. Me emociona Qué bello es vivir. Todas las navidades reponen este clásico que Frank Capra rodó en 1946 con el título original de It’s a Wonderful Life. George Bailey está a punto de suicidarse desde un puente cuando ve a un anciano a punto de ahogarse y se ve obligado a salvarlo. ¡La historia de su vida! Clarence, el anciano, es en realidad su ángel de la guarda. –Ojalá no hubiera nacido– le dice George en un momento dado. Y Clarence se lo concede. Cuando George vuelve al pueblo nadie lo reconoce y todo es diferente. En realidad todo es peor. Las buenas acciones que George realizó por su familia y vecinos durante toda su vida nunca se han producido. El resultado ha sido catastrófico para el pueblo. Desesperado, George vuelve al puente y pide que le devuelva su vida. Cuando su deseo le es concedido, George corre por el pueblo saludando a sus viejos vecinos, que ahora sí le reconocen. –¡Felíz Navidad!– les grita. Lagrimeo como un idiota.

Stephen Jay Gould utilizó este mismo argumento en su libro Wonderful Life (1989) para ejemplificar la importancia del azar en la historia de la vida. Gould defiende que el motor evolutivo está principalmente condicionado por la contingencia, no por la causalidad. Más allá de Gould, algunos historiadores actuales creen que la llamada historia contrafactual, la especulación sobre que hubiese pasado si no se hubiese producido un hecho determinado, constituye un método válido para el estudio de la historia.

En este sentido, cabría preguntarse que hubiese pasado si Jeremy Prince no hubiese sido pescador de abalones, además de biólogo. Jeremy desarrolló un método visual de evaluación de las poblaciones de abalones basado en la proporción de animales en edad reproductiva. Terry Adams, un experimentado buceador le proporcionó  la clave. -A veces pescamos todos los abalones de un arrecife. No dejamos ninguno. Volvemos pasado un tiempo y vuelven a estar ahí.– le confió Terry en una ocasión. –¿De dónde salen, Jeremy?-. Tanto Terry como Jeremy sabían que los abalones tardan años en crecer y que se mueven muy despacio, por lo que la recolonización desde arrecifes cercanos es muy lenta. Pero entonces, ¿de dónde venían los nuevos abalones?. -Puedes hacerlo durante años.- Continuó Terry -Los pescas todos y siempre vuelven. Hasta que de repente un día se acabó y ya nunca vuelven más-.

Abalon 2

Un abalón u oreja de mar en el Sur de Australia.

Terry además le comentó que ocasionalmente pescaba abalones con conchas extrañamente planas y limpias, sin algas en su superficie. Jeremy tardó un tiempo en darse cuenta de que se trataba de abalones inmaduros. Sus conchas son menos abultadas que las de los adultos debido a su menor volumen corporal. Jeremy también descubrió que los jóvenes son difíciles de ver porque se ocultan en grietas bajo las rocas. Por eso sus conchas no tienen algas, no disponen de luz suficiente.

Tamaños abalones

Abalones en distintas etapas de maduración. A la izquierda inmaduros y a la derecha los maduros.

-!Eso es!- Infirió Jeremy. Cuando los buceadores pescan todos los abalones de un arrecife dejan a los inmaduros, ocultos bajo las rocas. De modo que al cabo de un tiempo estos maduraran y colonizan la superficie. Cuando vuelven los buceadores, aparentemente todo vuelve a estar bien. Además siempre hay varias generaciones de juveniles guardando cola para madurar, por lo que el proceso se puede repetir varias veces, hasta que simplemente se extinguen.

Jeremy ha usado con éxito durante años su método de evaluación visual, ya que es muy rápido y barato, pero siempre ha sido consciente de sus limitaciones: es impreciso y por ello excesivamente conservador. Cuanto más precisa sea una evaluación pesquera, mayores riesgos pueden ser asumidos por los gestores y por lo tanto, mayores capturas obtienen los pescadores. Pero las mejores evaluaciones son prohibitivamente caras. Resulta muy complejo estimar la cantidad de desove de una población, sobre todo para las poblaciones con un largo historial de explotación. Resultan necesarios años y un montón de especialistas con un alto nivel de conocimientos científicos para conocer la estructura de edad, el crecimiento, la producción de huevos, la mortalidad natural y por pesca, la biomasa y el reclutamiento de una población de peces.

Afortunadamente para esta historia, además de pescador de abalones, Jeremy es un experimentado biólogo pesquero. Por ello estaba al tanto de que la pesca altera la estructura de tallas de las poblaciones explotadas. También sabía que la cantidad de desove de una población se puede medir en términos relativos, lo que se conoce como la tasa potencial de desove o SPR. Es decir, el potencial reproductivo de los individuos que no son pescados. Esta definición es aplicable tanto para el  individuo promedio de una población, como para una población en equilibrio con un esfuerzo pesquero estable. El SPR es inversamente proporcional a la intensidad de la pesca, de modo que un SPR del 50% permitirá la recuperación del recurso y un SPR <20% pondrá en riesgo el futuro de la pesquería.

Jeremy se cuestionó durante años la relación entre el  SPR y la forma de los abalones.  –La relación entre la altura y la longitud de la concha, ¿no es un índice bidimensional del cambio en volumen?, y el volumen, ¿no es un índice del peso?.– Se preguntaba mientras su perra lo paseaba camino de la playa. Y de repente algo hizo clic en su cerebro. -¡Entonces el SPR se puede estimar en los abalones como una función directa del peso!.– Exclamó mientras la gente lo miraba sorprendida y se apartaba recelosa-. Pero, si esto era válido para los abalones, ¿qué pasaba con el resto de especies?.

Demasiado trabajo urgente que realizar. !Y tres niños!. La idea quedó archivada en un cajón durante tanto tiempo que corrió peligro real de ser olvidada para siempre. Hasta que el azar, en la forma de Adrian Hordyk, un estudiante de doctorado, la rescató del olvido. O quizá Adrian estaba predestinado a encontrarse con Jeremy. El caso es que entre los dos analizaron las relaciones entre SPR, crecimiento y tamaño para una amplia gama de especies marinas, desde los caracoles hasta las ballenas. ¡Eureka!. Existe una relación genérica y simple entre el SPR y el tamaño corporal.

Adrian Hordyk

Adrian Hordyk, durante mi visita al Sur de Australia.

Jeremy y Adrian están terminando de crear una herramienta para estimar el SPR actual a partir del tamaño de madurez de la especie y alguna información acerca del tamaño corporal de la población. ¡Una herramienta que puede realizar una evaluación pesquera con una simple hoja de cálculo y datos procedentes de la propia pesquería!. La herramienta puede suponer una revolución para la gestión de las pesquerías, sobre todo para las pequeñas, tradicionalmente pobres en datos y en fondos para su gestión.

Jeremy, Adrian y yo trataremos de aplicar su herramienta para evaluar las pesquerías de navajas de la ría de Arousa. De esta manera los buceadores de navaja gallegos estarán en deuda con los buceadores de abalón de Australia. De la misma manera, yo estoy en deuda con Jeremy y Adrian por su inmejorable acogida en Australia. Quizá algún día podamos devolverles el favor. En todo caso, creo que es una suerte para las navajas gallegas que Jeremy decidiese un buen día convertirse en pescador de abalones.

Pescando abalones

Mafalda

Me despierto sobresaltado por un ruido infernal, algo así como si una grulla con graves problemas mentales se hubiera tragado uno de aquellos primeros módems externos. Tardo bastante en darme cuenta de donde estoy y de por qué me siento tan terriblemente cansado.

Después de uno de los viajes más largos que uno puede sufrir en avión, Jeremy Prince y Adrian Hordyk me han recogido en Melbourne para conducir durante otras 4 horas hasta Port Fairy. Un paseo para ellos en esta enorme isla donde los desplazamientos no se miden en km, sino en horas de conducción. Port Fairy está en la costa del estado de Victoria, al Sur de Australia. El sitio donde estar, según el lema del estado.

Port Fairy

Port Fairy, al Sur de Australia, al amanecer.

Miro por la ventana del apartamento para tratar de identificar el origen del escándalo. No ha amanecido aún, pero la escasa luz que se filtra por las ventanas me permite vislumbrar a un pájaro blanco y negro, del tamaño y apariencia aproximada de un cuervo. El maldito bicho se debe de creer un ruiseñor y persiste, ggrrrrrrrrrrrrr-uiiiiiiiiiiiiiiiiii-prrriiiiiiiiiii. Estoy tentado de abrir la ventana y lanzarle un zapato, pero hasta donde yo se podría tratarse del último ejemplar de una especie única y no quiero provocar un incidente internacional.

Megpie

Un megpie. Una de las aves más abundantes y ruidosas de Australia.

Jeremy y Adrian me recogen para ir a desayunar, nos sentamos en la terraza de una coqueta cafetería del centro de Port Fairy, una de las localidades más antiguas de Australia. En el transcurso del corto paseo hasta la cafetería contabilizo un total de 7 pajarracos más, mirándome de manera descarada. No son tan escasos, pienso para mí, recordando el zapato.

Jeremy está dirigiendo la tesis de Adrian desarrollando un nuevo método de evaluación de pesquerías, simple y de bajo coste. Algo que puede suponer una revolución para la actual gestión de las pesquerías. Especialmente para las pequeñas, que no pueden permitirse las carísimas evaluaciones tradicionales. Planeamos la jornada mientras me peleo con una porción de tarta que podría alimentar a una familia durante un mes. Nos reuniremos con Peter Ridle, un buceador local que le ha pedido a Jeremy que le eche un vistazo a sus arrecifes de abalones. Después nos reuniremos con el resto de los buceadores de abalones del Oeste de Victoria (WADA) y biólogos del Ministerio de Pesca. Los buceadores tratarán de consensuar una postura única de cara a la importante reunión de mañana. Mañana se la juegan. Deberán llegar a un acuerdo con el Ministerio respecto de sus cuotas de pesca para el año que viene. Si no lo alcanzan, el Ministerio hará prevalecer su propio criterio.

Jeremy es profesor de biología en la Universidad de Perth, en el Oeste de Australia. Además es consultor ambiental especializado en la gestión de pesquerías. Pero estoy seguro de que Peter lo respeta más porque también es pescador de abalones desde hace años. De hecho acaba de pasar un mes con su familia en Nueva Zelanda, donde posee una cuota de recolección. Jeremy ha desarrollado una herramienta visual de evaluación del estado de las poblaciones de abalones basada en su propia experiencia como buceador y en el conocimiento experto de otros buceadores.

Los más de 500 cv del barco de Peter nos hacen volar sobre las olas y en poco tiempo alcanzamos los arrecifes que Jeremy va a evaluar. Cuando termina es mi turno. El agua tiene un aguamarina intenso y no está fría. Mi única preocupación son los tiburones blancos. No es que abunden, pero en esta zona se capturó el mayor tiburón blanco de la historia de Australia.

Jeremy y Peter

Jeremy y Peter, conversando en el muelle de Port Fairy.

Bucearé con suministro de aire superficie, así que mi rango de acción se verá muy limitado por la longitud de la manguera. Antes de arrojarme sobre la borda miro alrededor de reojo, buscando una aleta en la superficie. Me zambullo. –Toc-toc, ¿hay alguien en casa?

Peter me ha pedido que le suba tres abalones grandes. Jeremy subió algunos hace un rato, pero no cree que vayan a ser suficientes. Quiere que los pruebe para ver que me parecen. El lastre del chaleco que me ha prestado Peter no me permite más que reptar por el fondo, pero logro hacerme una idea de cómo es el ambiente de los arrecifes en el que viven los abalones. No es tan distinto de las familiares aguas de Galicia, excepto por los tiburones, claro. Capturo los tres moluscos y subo al barco.

Abalon

Un abalón (Haliotis sp.) en la costa de Port Fairy, Australia.

De vuelta en tierra, Peter cocina los abalones en su bonita casa, muy cerca del mar. Salteados con ajo, perejil y aceite. Previamente los golpea con una maza de madera para que estén tiernos. Tres veces. Ni una más ni una menos. Su sabor, un tanto vago,  me recuerda al de la sepia. Después de todo los dos son moluscos. Pero en el mercado asiático valen su peso en oro, así que el total de la producción comercial se destina a la exportación. Sólo las escasas capturas realizadas por los buceadores recreativos se quedan en Australia.

Abalones

Peter, en primer término y Jeremy, preparando los abalones.

Durante la sobremesa me entero de que la pesca de abalones en Australia comenzó en la década de los 60 del pasado siglo. En los 80 resultó claro que los abalones estaban desapareciendo, así que se instauró un sistema basado en cuotas individuales. A cada asociación de buceadores se le ofreció la explotación exclusiva de los arrecifes de su área, a cambio de que gestionaran el recurso de forma sostenible. Y lo hicieron. Sobre todo los buceadores de la WADA. Hasta que apareció el virus.

Reunion Peter

De derecha a izquierda, Adrian, Jeremy y Peter, charlando con otro miembro de la WADA.

En el año 2007 un criador  informó de que los abalones de sus tanques se estaban muriendo de una enfermedad que literalmente los convertía en un grumo mucoso. Al poco tiempo ya estaba en el agua. Avanzó como un incendio forestal, devastando todo a su paso. Su tasa de mortalidad era de casi el 100%. Los buceadores estaban atónitos,  a los tres días después del paso del frente de infección en el arrecife solo quedaban conchas llenas de mocos. El horror más absoluto. La corriente se llevaba los grumos cargados de virus e infectaba los arrecifes próximos.

Se trata de un tipo de herpes. Pero los herpes no matan a los organismos que infectan. Coevolucionan con ellos para maximizar su poder de infección. Si no matas a tu hospedador, tienes más posibilidades de infectar a otros. Jeremy especula con que el virus que infectó a los abalones saltó de otra especie. Y ni el virus ni los abalones estaban preparados para ello. El virus desapareció a los tres años, pero se llevó por delante a casi todos los abalones del Sur de Australia. Sólo algunos arrecifes se salvaron del desastre, sobre todo aquellos situados en zonas expuestas, donde los restos de los abalones muertos no quedaban retenidos.

Se tomaron medidas de control y se decretó el cierre de los arrecifes contaminados. En los arrecifes de la WADA se capturaban antes del virus 300 toneladas anuales de abalones. En 2012 se capturaron 40 toneladas. Ahora los buceadores creen que es el momento de subir las cuotas hasta un total de 70 toneladas. Además proponen flexibilizar el reparto de cuotas entre los arrecifes de manera que el esfuerzo de pesca pueda repartirse según las decisiones de los buceadores. Mañana se la juegan en la reunión con los delegados del Ministerio de Pesca.

Navajas, abalones y el mundo al revés: de viaje por Australia

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Las navajas son un marisco que se consume desde muy antiguo en Galicia. Ya castrexos y romanos acumularon sus conchas en antiguos vertederos. Actualmente se capturan mediante distintas artes, pero destaca el buceo en apnea.

De entre las varias especies de la familia que existen en Galicia, destaca la navaja (Ensis arcuatus), cuya extracción supone aprox. el 70% de las capturas totales. Sus capturas en Galicia suponen aprox. el 25% de las Europeas y el 23% de las mundiales.

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Evolución de las capturas de navaja (Ensis arcuatus) en Galicia (fuente Xunta de Galicia).

El Dr Jeremy Prince lleva años trabajando con pesquerías artesanales de invertebrados en Australia y otros lugares del mundo. Comenzó ayudando a los pescadores de oreja de mar del Sur de Australia a gestionar sus propios recursos y en la actualidad el gobierno Australiano usa las evaluaciones de los pescadores  para establecer las cuotas de capturas de este recurso. De hecho Jeremy es un antiguo buceador de orejas de mar y por ello conoce de primera mano la ecología de este importante recurso marino.

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Grupo de abalones, u orejas de mar. Moluscos muy demandados y de elevado precio en todo el pacífico.

Jeremy me ha invitado a pasar el mes de febrero en Australia desarrollando una herramienta de gestión para la pesquería de navaja. Los navajeros de Aguiño y Cambados, interesados en la iniciativa, nos han proporcionado datos para ser utilizados en la herramienta.

Durante mi primera semana en Australia asistiré a la reunión anual de la Western Zone Abalone Divers Association deVictoria (Sur de Australia). En esta reunión se va a establecer los límites de captura y tamaño para el año próximo. Allí me reuniré con los  pescadores, investigadores y miembros del gobierno que participan en las discusiones y aprenderé sobre el interesante proceso de gestión de esta pesquería.

Españoles, la ciencia ha muerto

Los presupuestos generales del año que viene recortan el gasto en educación superior en un 18% , y los gastos de I+D+i no financieros en un 80%. Si a este despropósito le añadimos la congelación del cuadro de persoal de recursos humanos, España volverá a perder el tren del desarrollo tecnológico. Y eso que habíamos tardado más de dos siglos en alcanzar el vagón de cola.

Si el gobierno no apuesta por la innovación y la excelencia será que tienen pensado que produzcamos más barato que en China. Ahora se entienden los actuales recortes sociales. Espero que el proceso de involución sea más rápido de lo esperado: en cuanto alcancemos la época de las cavernas saldré a agenciarme un buen garrote para abrir unas cuantas cabezas. ¡Moriré matando!

El comunicado de los rectores de las Universidades gallegas de hoy:

A Universidade, garantía de futuro

As universidades somos plenamente conscientes da complicada situación económica do noso país, que tamén vivimos en primeira persoa. É por isto que valoramos os grandes esforzos que está a facer toda a cidadanía para seguir adiante.  As universidades, agora máis que nunca, estamos traballando para mellorar o noso rendemento, a pesar dos recortes orzamentarios que estamos a sufrir desde hai uns anos. Ata o de agora, fixemos un esforzo para seguir mantendo os estándares de calidade nas tres grandes funcións da universidade: a docencia, a  investigación e a innovación.  Porén, ante a inminente aprobación dos novos orzamentos xerais do Estado, e os orzamentos correspondentes a cada unha das comunidades autónomas, atopámonos nunha situación preocupante, que pode prexudicar a universidade española tal e como a coñecemos ata agora e impedir o desenvolvemento das actividades esenciais. Por este motivo, queremos manifestar publicamente o seguinte:

1. A diminución dos orzamentos xerais do Estado para 2013 nun  18% en educación superior, e nun 80% nos gastos non financeiros en I+D+i, supón unha deterioración irreparable do sistema de I+D+i que,  xuntamente coa conxelación dos cadros de persoal de recursos humanos, levará o noso país á perda do tren do desenvolvemento tecnolóxico e hipotecará a investigación e os maiores avances na fronteira do coñecemento.

2. Os efectos do endebedamento das comunidades autónomas, xunto coa mingua das transferencias das partidas destinadas ás universidades, están conducindo o noso sistema universitario a unha situación próxima á asfixia económica, que se traducirá nun estrago irreparable. Isto contradise co discurso político, de que “o noso país debe basear o seu progreso no coñecemento”. Sen investimento en educación superior nin en I+D+i será inviable o funcionamento das universidades públicas. E, sen coñecemento, non haberá progreso.

Ante esta situación, os reitores e as reitoras das universidades españolas solicitamos o seguinte:

Que a educación superior, a investigación, o desenvolvemento e a innovación, que van intrinsecamente unidas entre si, sexan consideradas como un investimento e non como un gasto e que as universidades españolas, tal e como solicitou recentemente a Asociación da Universidade Europea (EUA) aos xefes de Estado e de goberno europeos, teñan un financiamento público suficiente e sostible e se fortaleza a autonomía universitaria para que poidan diversificar as súas fontes de ingresos sen obstáculos.

As universidades comprometémonos a incrementar a eficacia e a eficiencia das nosas institucións, e a continuar coa transparencia e a rendición de contas ante a sociedade, co fin de que as nosas universidades sigan impulsando a cohesión social do noso país e sexan motores e fontes de coñecemento e riqueza.

Esta universidade manifesta a súa vontade de colaboración coas administracións públicas para axudar a resolver este grave problema económico e para seguir traballando por un futuro sostible para as universidades españolas. Se estas perden calidade, tamén o fará a investigación científica,  a innovación tecnolóxica e, por suposto, a formación. Non perderán soamente as universidades, senón que perderemos TODOS, o conxunto da sociedade. Quedarémonos sen unha das armas necesarias para avanzarmos e saírmos da crise económica: o coñecemento.

Dada a gravidade desta situación, este comunicado dáse a coñecer de forma simultánea en todas as universidades públicas españolas.

 

Cangrejos del Norte

En el proyecto GAP2 colaboramos científicos y pescadores de 11 países europeos, pero otros usuarios también están representados, como ONGs, gestores pesqueros y políticos (aquí más información).

Un reto importante en todo este proceso reside en compartir la gran cantidad de información generada en el proyecto, tanto entre los propios integrantes del GAP2, como con la sociedad en general. De esta importante parte del proyecto GAP2 se encarga Rosie Magudia, desde Seaweb, una ONG dedicada a la conservación marina.

Rosie acaba de publicar en The Ecologist, un relato sobre su experiencia de pesca de cangrejos a bordo de una embarcación del Sur del Reino Unido. Acompañaba a la tripulación del Superb-us una embarcación dedicada a la pesca de buey de mar en el Canal de la Mancha. A bordo también se encontraba Enma Pearson, que bajo la dirección de Paul Hart trabaja en otro de los casos de estudio del GAP2, dedicado al desarrollo de planes de gestión a largo plazo para las pesquerías de este cangrejo en el Sur del Reino Unido.

Buey de mar (Cancer pagurus).

El artículo original puede ser leído aquí, pero me he tomado la libertad de traducirlo para compartirlo con vosotros:

Inspirada por un compañero de trabajo, la conservacionista Rosie Magudia afronta un día de revoltijo estomacal en una pequeña embarcación con el fin de descubrir por qué las pesquerías de cangrejo del Suroeste del Reino Unido son unas de las más sostenibles en Europa.

Estaba muy, muy oscuro e inmisericordemente temprano cuando me introduje con mi cámara y mi mochila llena de comida en el puente de mando. Después de embutir mi chaleco salvavidas sobre mis cuatro capas de ropa (térmica e impermeable), me senté y ansiosamente me tragué otra píldora contra el mareo.

Me encontraba a bordo de un barco cangrejero en el puerto Dartmouth y estaba a punto de pasar el día pescando. Había ido allí de la mano de la bióloga Emma Pearson, que durante el último año ha estado trabajando en estrecha colaboración con los cangrejeros de Devon (en el Sur del Reino Unido), comprometiéndose a un año de despertadores a las tres de la mañana, jornadas de pesca de 14 horas y embarcaciones sin cuarto de baño – todo en nombre de la ciencia.

Acompañar a Enma me había parecido “divertido” en la oficina. Helada y preocupada por las condiciones del barco, mi entusiasmo había bajado varios enteros. “Es lo que hay”, me dijo Emma encogiéndose de hombros.

Y de hecho, el abatimiento no tiene cabida en este barco. El patrón y mariscador de tercera generación Alan Steer pescadores hizo su aparición en el puente del bien llamado «Superb-us». Mientras él y el marinero Paul realizaban las ejercitadas rutinas de la mañana bajo una suave llovizna, yo me propuse animarme un poco.

Agradecida, acepté una taza de té (un placer inesperado pero bienvenido), le dí unos bocados a un plátano y mantuve mis ojos fijos en el horizonte. Empezamos a salir de Dartmouth.

Ya navegando en aguas abiertas, la conversación derivó hacia la conservación. Como fue destacado recientemente en la serie de la BBC, «El Aprendiz de Pescador con Monty Halls» (uno de los temas favorito de conversación a bordo) – la pesca del cangrejo del Suroeste del Reino Unido es una de las más sostenibles de Europa.

En parte, esto es debido a sus métodos de pesca. Los pescadores de cangrejo utiliza nasas: trampas de alambre y red, que pesan alrededor de 30 kg, y que son largadas sobre el fondo del mar. “Debido a que las nasas son un tipo de arte estática, causan poco daño a cualquier cosa que no sea cangrejo”, explicó Emma.

Esto se ha confirmado por toda clase de trabajos de investigación, con temáticas que van desde el tamaño de las gónadas de vieira hasta la riqueza en biodiversidad en sus alrededores, todo lo cual sugiere que las nasas tienen un efecto relativamente suave sobre los fondos marinos.

Pero en este punto de la conversación, ya no me sentía tan alegre. Mi estoicismo inicial había comenzado a decaer y a pesar de la charla sobre las nasas de cangrejo, la hora de navegación hasta el caladero terminó con mi precipitada salida del puente mando. Descolgada sobre la borda de la embarcación, contemplé sombríamente la papilla gris de más abajo y pensé en las siguientes 14 horas. Como echaba de menos un cuarto de baño.

Sin embargo, cuando Alan, Paul y Emma comenzaron su trabajo, la mañana se llenó de distracciones que yo contemplaba tímidamente. Paul comenzó a cortar el cebo, haciendo brillar el acero al sol de la mañana, mientras que Alan operaba el cabrestante en la proa de la embarcación.

Virando las nasas a bordo, Alan abriría las puertas de las nasas y estibaba los cangrejos. Los cangrejos pequeños, en el proceso de muda y las “hembras ovígeras” (es decir, con huevos) fueron devueltos todos al agua. El resto fueron clasificados en machos y hembras y Paul se encargó de volver a cebar las nasas vacías.

Devolver cangrejos de mar cuando has estado todo el día tratando de atraparlos puede parecer contradictorio, pero se trata de una medida de conservación. Asegurar que todas las hembras con huevos y los cangrejos pequeños se puedan aparear asegura a la población tiempo para recuperarse. Y mientras trabajaba, Alan iba recitando sus categorías “gallo, gallina, gallo suave, huevas” – todo lo cual facilitaba a Emma obtener datos completos de las capturas.

Todo esto nos lleva quizás al compromiso más importante de los pescadores con la sostenibilidad: trabajar con científicos como Emma. En otros lugares, los pescadores y los científicos se hallan con frecuencia enfrentados y como resultado de ello, según algunos, el 70% de los mares europeos están sobreexplotadas. Las predicciones más extremistas sugieren incluso que no quedarán demasiados peces en el mar en 2050.

El trabajo biólogo de Emma es parte del “proyecto GAP2”, un innovador proyecto a nivel europeo, que está ayudando a los científicos y los pescadores a trabajar juntos: “Los pescadores han venido trabajado con los científicos desde hace años, pero siempre en un contexto de ellos y nosotros. Ha sido casi como si los pescadores no estuvieran trabajando con los científicos, sino en contra de los científicos”, me explica Alan.

Ahora la situación está cambiando y Alan me explica por qué: “Trata de ceder por ambos lados. Los científicos se han dado cuenta de que tienen que trabajar con los pescadores para entender exactamente cómo funciona el sector. Los pescadores están entendiendo que es algo que tenemos que hacer para el futuro del sector”.

Por supuesto, la “colaboración” no siempre es tan simple como parece. Existen obstáculos como la preferencia de los científicos por la jerga técnica y las abreviaturas indescifrables. Los pescadores se enfrentan a problemas como la disminución de las poblaciones de peces y de sus ingresos, por lo que para algunos, rechazar las tentaciones cortoplacistas y en cambio trabajar por la sostenibilidad a largo plazo, requiere de un cambio importante en la manera de pensar. Y ambas partes tienen ideas preconcebidas de lo que los otros piensan.

Sin embargo, la construcción de estas nuevas relaciones, junto con colaboraciones del tipo de observadores a bordo, resulta crucial para la solución de estos problemas. Como Emma concluyó: “al final del jornada somos gente que ha trabajado junta», los ingresos de los “cangrejeros”, su medio de subsistencia y sus comunidades están en peligro. Si trabajamos juntos, podemos resolver esto antes de que sea demasiado tarde”.

Después de un largo día de pesca, con varias cajas llenas de cangrejos y langostas, escuché anunciar a Alan que volvíamos a tierra con una mezcla de tristeza y alivio. Con tiempo para otra taza de té, comenzamos a hablar acerca de por qué Alan es pescador.

“Me encanta pescar cangrejos, porque no es sólo un trabajo, es toda una forma de vida. En el mar son tus propias decisiones las que tienen consecuencias en tu vida y nunca sabes realmente lo que vas a coger. No creo que pudiese dedicarme a otra cosa” -está en mi sangre-. -¿Y tus esperanzas para el futuro?- “Una pesquería rentable y sostenible que puedan heredar mis hijos”.

Al llegar a puerto, me hice una foto con la cangreja más grande que pudimos encontrar. Un final perfecto para un día corajudo…

Aquí queda la esperanza de que las ilusiones de Alan para el futuro se hagan realidad, y de que no me sienta pronto inspirada para acompañar las aventuras de otra científica heroica.

Rosie Magudia trabaja para la organización de conservación marina SeaWeb. La web del GAP2 se puede encontrar en http://gap2.eu/ y el blog personal de Rosie en http://shutesroots.wordpress.com/