Divide y vencerás

Según firma Rashid Sumaila en Nature, la Organización Mundial del Comercio hace 10 años que está intentando limitar sin éxito los subsidios a la pesca para disminuir la actual carrera para pescar.

Sumaila propone dividir las pesquerías en domésticas e internacionales para avanzar en este proceso. De otro modo, los intereses nacionales estorban la capacidad de limitar los incentivos perversos a la pesca:

 I agree that “no one should doubt that our seas need protection” (Nature 480, 151; 2011) and that establishing marine protected areas alone will not do the job (Nature 480, 14–15; 2011). A combination of measures is needed, including the elimination of overfishing subsidies. These incentives were introduced when fisheries seemed inexhaustible, but they inflate profitability and drive fishing beyond economic or sustainable levels.

The global community mandated the World Trade Organization (WTO) to discipline overfishing subsidies more than ten years ago, but the issues were still unresolved at their meeting last month. One reason is that WTO negotiators are trying to broker an all-inclusive deal that encompasses domestic and international, small- and large-scale fisheries. But this approach is hindered by national interests.

The answer is to split the world’s fisheries into domestic and international ones. Domestic fisheries would operate within a country’s economic exclusion zone and target fish stocks that spend all their lives there. This split is necessary because the incentives to eliminate overfishing subsidies differ according to whether a fishery is domestic or international.

For a domestic fishery, the heavy lifting should be on the home front; for an international fishery, global coordination would be needed, because unilateral action by one country will not eliminate overfishing. Categorizing fisheries in this way would make it easier to identify leverage points for eliminating overfishing subsidies.

Se presta ROV

Ayer se manifestaba en la televisión un científico del CSIC denunciando la falta de imágenes del nuevo cráter submarino en la Isla del Hierro. Comentaba que dentro de 100 años se seguirá estudiando esta erupción y se lamentará la falta de información visual acerca de la evolución del fenómeno.

La erupción desde el espacio. Fuente NASA.

En los primeros días de la erupción varios medios de comunicación daban por hecho el envío de un barco de telefónica con un ROV. Numerosas instituciones disponen de estos aparatos (el IEO, Universidades…) y no entiendo la causa de que no se disponga ya de imagen submarina en el área. Si la temperatura o la turbidez son un problema para los ROVs, la hidroacústica también podría ser útil para obtener imágenes casi a tiempo real. Creo que la ciencia española está perdiendo una oportunidad histórica.

En fin, en el Grupo de investigación en Recursos Marinos y Pesquerías de la Universidade da Coruña, disponemos de un pequeño ROV que puede operar y grabar video hasta una profundidad de 150 m.

Cada vez que lo metemos en el agua se estropea el condenado cacharro, pero si alguien lo quiere se lo prestamos… en serio.

Con mi pensamiento sigo el movimiento de los peces bajo el agua

O al menos esto es lo que cantaba la estatua del jardín botánico de Santiago Auserón, en aquel memorable sencillo de Radio Futura (1981).

La estatua del jardín botánico de Radio Futura en You Tube

Y también es lo que hicimos para estudiar a distancia los movimientos de lubinas, maragotas y congrios y después publicar nuestros resultados en la revista Scientia Marina (aquí toda la historia, y aquí y aquí y aquí y aquí).

 

En la figura se muestran los movimientos de algunos de los peces seguidos mediante telemetría manual.

El artículo (que forma parte de mi tesis doctoral) se publica en el próximo número de Scientia Marina y se resume en un párrafo:

Labrus bergylta, Dicentrarchus labrax y Conger conger son depredadores habituales de los ecosistemas costeros del Noreste Atlántico que en este trabajo se estudian por vez primera mediante telemetría ultrasónica en el medio natural. Se demostró la viabilidad del uso de esta tecnología con estas especies y la información sobre sus movimientos se usó para obtener resultados preliminares a corto plazo acerca de la fidelidad al hábitat, la temporalidad diaria de la actividad y el tamaño del área vital. Se emplearon complementariamente dos métodos de telemetría: seguimiento manual y automático en un tramo de costa caracterizado por su elevado grado de exposición al oleaje (A Coruña, NW Spain). Los C. conger permanecieron en el área durante los períodos más largos (17 días), abandonando periódicamente sus refugios al atardecer o durante las noches para buscar alimento. El tamaño de su área vital fue muy pequeño (604 m2). Los L. bergylta no fueron detectados en los receptores automáticos, pero el tamaño de su área vital (entre 2874 y 5184 m2), evidencia un elevado grado de sedentarismo y movimientos muy limitados. Por el contrario, los D. labrax abandonaron el área durante los intervalos más prolongados (9 días), detectándose igualmente durante el día o la noche. Su área vital fue la de mayor tamaño (hasta 26396 m2), evidenciándose un comportamiento espacial complejo y a gran escala.

 

 

El porqué de mi silencio

Hace ya mucho que no escribía en este blog, pero tenía buenas razones para mi silencio:

Hace aproximadamente siete años volví de una estancia en Brasil con la idea de realizar una tesis doctoral. Por aquel entonces yo formaba parte de la directiva de la Federación Galega de Actividades Subacuáticas (FEGAS) como responsable de su Departamento de Biología. Por ello sabía que en Galicia los conocimientos sobre las pesquerías recreativas en general y submarinas en particular eran muy escasos. Además tenía acceso al archivo de campeonatos de pesca submarina que la FEGAS había acumulado durante los últimos 50 años; y aquel archivo ofrecía una oportunidad única para estudiar los cambios a largo plazo operados en los ecosistemas costeros gallegos.

Mis conocimientos acerca de la dinámica del doctorado eran escasos y poco realistas, así que me fui al Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la Universidade da Coruña para hablar con algunos de mis antiguos profesores. Para ser sincero, recordaba muy vagamente a Juan Freire, pero en cuanto le conté mi idea, se entusiasmó. Le pareció una oportunidad fantástica, y a pesar de que estaba ocupado dirigiendo varias tesis y que en aquel momento no había espacio para mi en el laboratorio, me animó a continuar con el proyecto. Se ofreció a guiarme durante los dos primeros años del Diploma de Estudios Avanzados, y si todo iba bien, durante los tres siguientes de doctorado.

No es un tema especialmente difícil -me dijo- en un par de años, o tres como mucho puedes leer la tesis. Sí, en eso me engañó, pero a cambio me enseñó a empezar a pensar como un científico y nunca dejó de creer que terminaríamos esta tesis (aunque a veces dijera lo contrario, por fastidiar). Durante estos años mi verbo florido sufrió cruelmente con sus inmisericordes tijeras, pero pocas veces hemos tenido que variar la redacción de nuestros artículos (hemos tenido que revisar el inglés, pero eso es porque somos españoles).

Además, Juan hizo algo poco corriente en la relación usual entre doctorandos y directores. Siempre ha valorado mis opiniones, me ha animado a ser creativo, y sobre todo se ha preocupado por obtener fuentes de financiación no sólo para investigar, sino para que yo pudiese disfrutar de un sueldo y consiguientemente de una vida privada ajena a la Universidad. Y cuando las fuentes públicas de financiación fallaron, recurrimos a las privadas y cuando estas también lo hicieron creamos una empresa.

Por todo ello estoy sinceramente agradecido a Juan, mi director de tesis.

He dedicado mi tesis a mi familia y otros animales no sólo como homenaje a los buenos ratos que la lectura de los libros de Gerald Durrell me hizo pasar durante mi adolescencia (gracias a mi madrina por regalarme el primero de ellos); es que mi infancia tuvo también algo de Durrelliana. Según mis padres siempre me han interesado más los bichos que las personas. Por ello, en mis recuerdos de juventud están muy mezcladas mis familias humana y animal: los delfines, mi abuela Margarita y los lorchos de la rampa del muelle de la Graña; el Lagarto, mi abuela Melela y Sigi, con Pipo y Corinto (¡que caballos más bonitos y buenos!) y los langostinos de las charcas de Extremadura (en realidad renacuajos); las vacas de Manuel, el perro pulgoso, los reos del Pozo do Rego, mis tíos y primos durante aquellos veranos interminables en el Pazo do Souto; mi tío foca, las ranas y las colecciones de mariposas; la jauría de perros y primos; y Luquitas y mi Padre.

Lucas era un precioso cachorro de cocker spaniel que mi madre regaló a mi padre dentro de una cajita, cuando ya estaba muy enfermo. Fueron inseparables hasta la muerte de mi padre y ahora no puedo pensar en uno sin que el otro me venga a la memoria. Sigo echando de menos a mi padre, sobre todo, curiosamente, cuando necesito forjarme una opinión sobre alguna cuestión de actualidad. Mi padre era un periodista de raza. Recuerdo que al pedirle su opinión sobre alguna cuestión nunca me daba su opinión personal, sino que me hacía un resumen de todos los puntos de vista. Recuerdo que yo me impacientaba y terminaba por pedirle que me dijera lo que pensaba él realmente. Sonreía, imagino que pensaría en la impaciencia de la juventud, y terminaba por dármela a regañadientes. Gracias papá por enseñarme a ser crítico, algo que me ha sido de utilidad no sólo en esta tesis, sino a lo largo de mi vida.

Para terminar una tesis es necesario dar un golpe de riñones. En mi caso, ese esfuerzo final vino de la mano de mi hija Ada. Diana dio a luz a Ada después de un parto largo, complejo y absolutamente impresionante, el 26 de abril de 2011, pocos días después de haber depositado esta tesis. La proximidad del nacimiento de Ada consiguió que finalizase mi tesis en muy poco tiempo, por lo que verdaderamente Ada nació con un pan bajo su bracito.

Además, para que mi tesis pudiese ser terminada han colaborado muchas otras personas e instituciones:

Todos los miembros del Grupo de Investigación en Recursos Marinos y Pesquerías de la Universidade da Coruña han ayudado de múltiples maneras.

La confianza del presidente de la FEGAS, Enrique Brandariz, de su secretario, Manuel Segade y del resto de la directiva, resultaron absolutamente imprescindibles.

Gracias a Javier (mi suegro), a Tito, a Iván, a Fernando, a Chuchi y (sobre todo) a Carlos por su inestimable colaboración en la pesca de congrios, maragotas y lubinas. Gracias igualmente por su participación en los seguimientos de telemetría y otros trabajos relacionados a mis compañeros del Grupo de Investigación en  Recursos Marinos y Pesquerías, a los estudiantes voluntarios y a los trabajadores del Aquarium Finisterrae.

Agradezco también la colaboración prestada por la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de A Coruña y las Cofradías de pescadores de Ares, Barallobre, Caión, Cedeira, Ferrol, Laxe, Lorbé, Malpica, Mera, Mugardos, O Barqueiro, Pontedeume y Sada.

Me gustaría también agradecer los comentarios de J. Otero (IIM-CSIC) y J.A. García-Charton (Universidad de Murcia), que contribuyeron enormemente a la mejora del contenido de esta tesis.

Mi tía Chus, que lo mismo vale para un roto que para un descosido y te ayuda aunque no quieras, resumió y ordenó la bibliografía de la introducción general. Mi madre y su amiga María Moliner revisaron el estilo (y sobre todo las preposiciones) de algunos de los textos. Mi hermano me ayudó (poco) con el inglés (pero da igual). Mis amigos me ayudaron aguantándome y estando ahí: Charlie, Jorge, Adrián, Eva, Sandrita y todos los pajarólogos. Jorge Candán, uno de mis escasos amigos del Aquarium Finisterrae (de verdad, de los que no te fallan, junto con María Moyano) fue la persona que me presentó en la FEGAS y que por lo tanto me dio la oportunidad de realizar esta tesis. Gracias también a Isabel (mi suegra) por su buena disposición en todo momento, y por fregar mi casa a escondidas cuando no estamos en ella, y gracias a Lupo por ser el mejor perro del mundo.

Finalmente, cabe mencionar que parte de los trabajos de esta tesis doctoral fueron financiados por la Fundación Océano Vivo, por la Xunta de Galicia (Plan Galego de Investigación, Desenvolvemento e Innovación Tecnolóxica), proyecto PECOS (PGIDIT05RMA10301PR), por el Ministerio Español de Educación y Ciencia y por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (ERDF), proyecto CONNECT (CTM2006-09043/MAR).

Y aquí está la razón de todo ello: Comunidades de peces de los arrecifes rocosos costeros de Galicia: ecología e impactos humanos (mi tesis doctoral):.

 Tesis Pablo Pita Web

Y aquí un enlace a mi presentación (no es demasiado estable, lo siento):

http://prezi.com/4gotkqfgjx9s/doctorado-de-pablo-pita/

XVI Simposio ibérico de estudios en biología marina y Serra Gelada

Entre el 6 y el 10 del pasado mes de septiembre asistí a la XVI edición del SIEBM para presentar una comunicación oral sobre los resultados de nuestra experiencia de telemetría con congrios, lubinas y maragotas.

Después de una larga semana de charlas, conferencias y pósteres, la organización posibilitó una inmersión en el nuevo Parque natural de Serra Gelada (más información aquí). La inmersión era profunda (rozando los -40 m) y la idea era reunir a un grupo heterogéneo de especialistas en flora y fauna para realizar un inventario semicuantitativo de los organismos presentes en la zona.


Ver Isla de Benidorm en un mapa más grande

El P. N. de S. Gelada es un parque marítimo-terrestre, pero no dispone aún de figuras efectivas de protección marina. Los resultados del inventario realizado servirán para ser incluidas en el Banco de Datos de Biodiversidad de la Comunidad Valenciana y podrán ser usados para implementar dichas medidas.

La zona de la inmersión se conoce como La Llosa. Una pequeña plataforma rocosa situada a unos -10 m con una fuerte caída en sus laterales. Una segunda llosa en la mitad del recorrido nos conduce hasta los -40. Allí abajo se asienta un bonito grupo de bonitas gorgonias Paramunicea clavata. Estas gorgonias presentan aquí un fuerte color amarillo (normalmente son rojas).

La Llosa está cerca de la Isla de Benidorm y desde allí pudimos contemplar los cantiles de la Serra Gelada y de los edificios de Benidorm (las consideraciones acerca de su modelo constructivo las dejaré para otra ocasión).

Yo me dediqué a censar peces y tomar fotografías…

Una bonita colonia de Paramunicea clavata, a -40 m, después de la Segunda Llosa.

Un grupo de gorgonias, Paramunicea clavata sobrevolado por un banco de castañuelas, Chromis chromis.

Las hembras de Parablennius pilicornis hacen aquí juego con las gorgonias.

Tres colas Anthias anthias entre las grietas del fondo a unos -20 m.

Anthias anthias, Chromis chromis y Serranus cabrilla, a unos 20 m de profundidad, entre ambas llosas.

Abundan a todas las profundides las cabrillas Serranus cabrilla. Curiosamente no observé ningún S. scriba, normalmente más frecuentes en el Mediterráneo.

Este sargo, Diplodus sargus nos escoltó curioso entre las abundantes castañuelas, Chromis chromis durante los primeros metros de la inmersión.

Los sargos se presentaron sobre todo en los primeros -20 m.

Un grupo de sargos picoteando entre las rocas de La Llosa.

¡Ah!, dejo aquí el resumen de mi presentación y el Power point que empleé en mi charla: