Cíclicamente la historia se repite. Como si no conociésemos el final…
Noticia en la Opinión de A Coruña, firmada por Antón Luaces:
Los patrones mayores de las cofradías de Lira y Cedeira aseguran que una reciente reunión con la conselleira do Mar, Rosa Quintana, para tratar la financiación de la vigilancia de las reservas por personal de la sociedad estatal Tragsa, sirvió exclusivamente para que los responsables de los pósitos exigieran la preceptiva reunión del órgano de gestión de estas áreas marinas protegidas de interés pesquero. Quintana, según los pósitos, pospuso sine die el debate sobre la reunión y apenas hizo referencia a la financiación -según los patrones- e indicó que no existían novedades al respecto. El pasado viernes, sin embargo, la directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro e Innovación de la Consellería rectificó y anunció la desaparición del servicio de vigilancia.
Mientras, el departamento que dirige Quintana aseguró que el control en la zona se mantendrán con los medio de la Xunta. «La consellería, en su apuesta por la sostenibilidad, vigilará las dos reservas marinas con sus propios medios, tal y como se prevé en el acuerdo de constitución de dichas reservas. La Xunta trabaja para lograr una gestión más eficaz y eficiente para todas las partes», aseguraron ayer fuentes de Mar a este diario.
El fin de la labor de Tragsa en las áreas protegidas de Lira y Cedeira se produce después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por medio de su portavoz, Jorge Moradas, manifestase por escrito el pasado 12 de junio su «posición de defensa de la pesca artesanal» al director ejecutivo de la Fundación Lonxanet, promotora de las dos únicas reservas marinas con que cuenta Galicia.
En el mismo sentido se manifestaron el ministro de Medio Ambiente, Alimentación y Agricultura, Miguel Arias Cañete y la comisaria Europea de Pesca, Maria Damanaki, al felicitar a los responsables de las reservas por los logros conseguidos «en tan poco tiempo» que considera «un ejemplo de mejoras prácticas» que se deberían mantener.
Damanaki añadió que es «lamentable» que los avances conseguidos mediante estas iniciativas puedan verse amenazados por la crisis, en relación con los «problemas de financiación relacionados con la vigilancia y el control», pero significa que, desde su ámbito de competencia incluye «perspectivas positivas» para este tipo de proyectos.
La comisaria aclaró que el nuevo Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) incluye «fondos para los proyectos centrados específicamente en las reservas marinas» y ejecutados por las cofradías de pescadores, que incluirían medidas de «vigilancia y control». El fondo seguirá confiando, según Damanaki, en los grupos de acción local en el sector de la pesca, velando porque sean un instrumento de gobernanza, de flujo de información y de comunicación y difusión. Además explicó que para que puedan intervenir los fondos de la UE, las posibilidades de financiación deben incluirse en el programa operativo del FEMP nacional, «previa decisión de las autoridades españolas», por lo que si la Xunta obvia las ayudas, ni el Estado ni la UE efectuarán aportaciones del indicado fondo.
Según las cofradías, la decisión de Quintana impide que Madrid y Bruselas sostengan económica y socialmente dos comunidades pesqueras artesanales que, basándose en la sostenibilidad, aseguran el presente y futuro de la pesca en condiciones dignas para los pescadores