En La Voz de Galicia publicaron hoy una reseña sobre la charla que ofrecí en el Museo do Mar de Laxe la pasada semana. Este es el texto:
«El bosque atlántico bajo el mar es algo que casi nadie conoce»
El biólogo Pablo Pita abogó en Laxe por el aprovechamiento turístico de recursos submarinos
CARBALLO / LA VOZ
-¿Entraría esa propuesta dentro del turismo verde o ecológico?
-En Galicia se centra en el interior y en las casas rurales, pero en cuanto a los atractivos de la costa y la biodiversidad marina no está nada explotado. El potencial que ofrece es muy alto. En la charla pregunté cuánta gente había paseado el último año por un bosque de carballos y todo el mundo levantó la mano, pero cuándo quise saber cuántos bucearon por un bosque de algas, solo hubo uno y es el ecosistema más rico que tenemos en Galicia. El bosque atlántico bajo el mar es algo que casi nadie conoce.
-¿Puede ser rentable?
-Esperemos que el paisaje submarino se pueda aprovechar para la pesca recreativa, el buceo autónomo, la observación de mamíferos marinos o incluso obtener beneficios espirituales porque la biodiversidad forma parte del acerbo gallego.
-Pero no es lo mismo andar por una carballeira que echarse al mar a bucear.
-Sí, es más complicado, sobre todo el submarinismo porque hay que ser mayor de 14 años, sumergirte con otra persona y gastar en el material. Pero no pasa lo mismo con el esnórquel, que es muy frecuente tanto en el Mediterráneo como en Canarias. En Galicia está por desarrollar porque dicen que el agua está fría, pero se puede hacer en verano y no necesitas más que unas gafas y unas aletas. Sería interesante que lo apoyaran iniciativas públicas o privadas. En las Cíes ha habido alguna pequeña experiencia.
-¿Por qué tendría que hacer esnórquel o submarinismo?
-Para disfrutar de uno de los ecosistemas más ricos y diversos del mundo, incluso mejor que los tropicales. La laminaria es refugio de muchísimos peces que quedan prácticamente al alcance de la mano. La pega es que el agua está verde y que hay olas, pero la costa gallega es muy recortada y siempre encuentras algún sitio en el que pasear por un bosque de algas.
-Sin embargo, en la Costa da Morte el mar ha sido un lugar de trabajo e incluso de sufrimiento y a mucha gente le cuesta todavía verlo en plan recreativo.
-Piense que nos estamos olvidando de la mitad de la riqueza patrimonial, nos falta ese mundo que es absolutamente fascinante y al que podemos tener acceso solo con unas aletas y un tubo en verano y entre las rocas. Yo lo he hecho con gente y la primera vez que han estado bajo el mar en Galicia se han quedado completamente alucinados. Mi hija de 6 años no quería salir del mar cuando la llevé.